Tenía un defecto cardíaco que probablemente el fallecido desconocía
LUIS F. DURÁN. EL MUNDO.- La autopsia realizada al hombre senegalés fallecido el pasado jueves en el barrio de Lavapiés ha revelado que tenía una enfermedad congénita en el corazón, según fuentes policiales. El examen a Mame Mbaya ha descubierto que tenía un defecto cardíaco que probablemente desconocía. «Tenía el corazón muy deteriorado y no correspondía a su edad», señalaron las mimas fuentes. Los forenses además no encontraron ningún golpe o traumatismo en el fallecido.
Sus allegados señalaron que no sabían nada de sus problemas patológicos en el corazón y que jugaba con asiduidad al fútbol.
Ya el mismo jueves se indicó que Mame perdió la vida de un paro cardíaco y que se trataba de una muerte natural. Un amigo se encontró con él cuando caminaba a su casa y le dijo que se encontraba mal por lo que decidió acompañarle. Poco después, se desplomó al suelo y empezó a echar espuma por la boca.
Varias personas se acercaron al hombre y, posteriormente, llegaron dos agentes de la Policía Municipal que empezaron a realizar maniobras para reanimarle hasta que acudieron los médicos del Samur.
En contra de lo que se pensó en un principio, Mame no había sido perseguido por ningún agente y esa tarde no había estado ejerciendo la venta callejera de productos.
Sin embargo, varios manteros y amigos de Mame, al ver que había dos policías a su lado, pensaron erróneamente que había tenido un altercado con los agentes y se empezaron a congregar en la calle. La tensión fue aumentando y se desataron los disturbios en el barrio que acabaron con numerosos daños en el mobiliario urbano, en tres sucursales bancarias, en coches patrulla de la Policía Municipal y en coches de Bomberos.
Colecta para repatriar el cadáver
En el Instituto Anatómico Forense de Madrid se encuentra el cadáver de Mame sobre el que ningún familiar o amigo se había interesado hasta ayer tarde. En el barrio, ya hay varias personas que están haciendo una colecta para conseguir los 6.000 euros necesarios para repatriar su cuerpo a Senegal. A esta iniciativa se ha sumado el presidente del Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra.
El hombre fallecido tenía 35 años y sobrevivía con la venta de artículos falsificados en la calle. Llevaba 14 años en España y había intentado sin éxito en dos ocasiones regularizar su situación, según sus amigos.
Su verdadera pasión era el fútbol y organizaba encuentros en el barrio. Aspiraba a ser entrenador de equipos de niños y era un seguidor entusiasta del Real Madrid y de la selección de su país. Además, parte del dinero que sacaba de la venta callejera lo destinaba a su familia en Senegal.
Como consecuencia de los incidentes ocurridos en la noche del pasado jueves, la Policía Nacional detuvo a seis personas, uno de ellos menor de edad. Ninguno de ellos tiene antecedentes policiales aunque se sospecha que pertenecen a grupos antisistema que, convocados por las redes sociales, acudieron a Lavapiés para participar en las revueltas contra la Policía Nacional. Los cinco adultos pasaron ayer tarde a disposición judicial.
Asimismo, otro ciudadano senegalés de 54 años fue atendido también el viernes en la calle Olivar (ubicada en Lavapiés) por un ictus, siendo trasladado al hospital Clínico de Madrid donde falleció a las pocas horas.