CHRISTIAN ZAMPINI. TERCERA INFORMACIÓN.- La movilización ultraderechista en Sofia, que congregó a miles de personas para homenajear al general Hristo Lukov, colaborador del nacionalsocialismo, es la última demostración del inquietante desarrollo de la extrema derecha en Europa.
Cientos de personas vestidas, muchas de ellas sorprendentemente jóvenes, con ropa negra y portando antorchas durante la noche de Sofía. El motivo de semejante demostración es rendir homenaje a Hristo Lukov, un general ultranacionalista, ministro de guerra de Bulgaria a finales de los años ’30 y que colaboró activamente con la Alemania nazi tanto promoviendo en su país leyes de persecución contra minorías étnicas y religiosas en el país. Durante la guerra mundial, con su Unión de Legiones Nacionales Búlgaras, Lukov fue un firme colaborador del Eje.
La marcha por Lukov se realiza anualmente en Sofía desde que en el año 2003 fuese promovida por el partido neo-nazi Unión Nacional Búlgara. Sin embargo, su impacto era marginal y reducido hasta que durante los últimos años ha ido creciendo. El nivel de asistencia contemplado esta noche enciende todas las alarmas sobre la creciente influencia de grupos ultra en Bulgaria.
La presencia de grupos de provenientes de numerosos países como Suecia, Alemania, Hungría o Estonia demuestra que la convocatoria ha servido como punto de encuentro de la extrema derecha europea.
A pesar de la oposición del Ayuntamiento de Sofía, que trató de prohibir la celebración de la marcha, y de grupos judíos que han denunciado el papel de Lukov en la deportación y asesinato de miles de búlgaros siguiendo las órdenes de Alemania, la marcha fue autorizada por los tribunales.
La manifestación fue respondida por una contramanifestación bajo el lema “Fuera Nazis de nuestras calles” en mitad de un fuerte despliegue policial.
Este episodio en Bulgaria se viene a sumar a las incontables demostraciones de fuerza de movimientos de extrema derecha en Europa. La pasada semana asistíamos a las movilizaciones del ultranacionalismo polaco en contra de la memoria histórica del Holocausto por considerarla “propaganda antipolaca”. Así mismo, las elecciones sindicales en Alemania han despertado el temor de la irrupción de Alternatibe fur Deutschland entre la representación laboral en el país.