ALBERTO MUÑOZ. EL MUNDO.- Un joven neo nazi inglés ha sido condenado a ocho años de cárcel por amenazar con bombardear mezquitas tras los atentados de Manchester del pasado mes de mayo y por posesión de una colección de «armas medievales», algunas de fabricación casera, con las que podría haber causado graves daños «si no la muerte» de haber sido utilizadas.
Liam Seabrook, que ha sido declarado como «peligroso» por el juez que ha instruido su caso, decidió enviar un mensaje a su agente de la condicional cuatro días después de que tuviera lugar el atentado que acabó con la vida de 22 personas para transmitirle sus planes de venganza contra la comunidad musulmana. «Después de lo que ha pasado, los musulmanes y las mezquitas tienen que ser bombardeados con gasolina«, dejó caer Seabrook, que ante la pregunta de la funcionaria de si tenía pensado llevar a cabo la amenaza no dudó en su respuesta. «Si algo ocurre, ocurre. Para entonces ya será demasiado tarde para ser detenido, como pasó con el ataque musulmán en Manchester».
Cuando la policía acudió a su casa en Thornaby, Teeside, encontró varias garrafas llenas de gasolina y una colección de armas de madera hechas a mano en las que se incrustaban destornilladores y cuchillas. El abogado de la acusación, Paul Abrahams, llegó incluso a comparar algunas de ellas con los fasces de la época romana y aseguró que ese «armamento de estilo medieval» había sido adaptado para causar «heridas graves».
«Las armas son bastante básicas, pero en cualquier caso de una naturaleza muy violenta y podrían haber resultado en heridas de extrema gravedad, si no la muerte, si hubiesen llegado a ser utilizadas», declaró el juez, Simon Bourne-Arton, después de sentenciarle a ocho años de prisión y dos más bajo vigilancia.
De hecho al joven de 31 años, que ya tenía antecedentes por incendio provocado,pintadas racistas y por dejar una nota en una biblioteca pidiendo que no dejasen entrar a los inmigrantes, le fue diagnosticada por los psiquiatras que le evaluaron una fascinación profunda por todo lo concerniente a Hitler y al Tercer Reich. Además, Seabrook, que también tiene un desorden de personalidad, habría admitido los cargos de amenazas de muerte, comunicación maliciosa, amenazas contra la propiedad y posesión de artículos con la intención de destruir propiedades.
Eso sí, su abogado defensor, Alex Bousfield, quiso apelar a su trastorno de personalidad con la intención de rebajar su condena asegurando que tiene problemas para relacionarse y que las armas encontradas durante el registro de su piso eran más bien una «decoración bizarra». «Él sólo ha visto el mundo exterior a través de los medios de comunicación y se ha quedado con aquellas cosas que le han llevado a todo esto. De hecho le tiene miedo a prácticamente todo el mundo que no sea un varón blanco«, defendió Bousfield, que además relató cómo su cliente apilaba comida para no tener que abandonar su hogar.
