La Fiscalía les acusa de amenazas y resistencia. El Consistorio, personado en la causa, habla de un delito de odio.
M. TRAGACETE. HERALDO.- El Juzgado de lo Penal número 2 de Zaragoza juzgará el próximo mes de marzo a dos padres acusados de insultar gravemente a un joven árbitro guineano durante un partido de fútbol de alevines (10 y 11 años) que se disputó a principios del año pasado en el campo municipal de Ranillas, situado en la calle de Clara Campoamor.
Los hechos que se imputan a Juan Carlos B. y Rafael P. se remontan al sábado 28 de enero de 2017. Ese día, a las 16.30, dio comienzo en la citada instalación un encuentro entre el Ranillas B y el Helios. Según consta en el escrito de acusación al que ha tenido acceso HERALDO, los acusados estaban en la grada presenciando el partido y desde el comienzo del mismo se pusieron a insultar al árbitro, Basirow Mamadou Sow, que entonces tenía 20 años.
La Fiscalía considera probado que estos padres profirieron expresiones como «negro de mierda; me cago en tu raza; eres un inútil» y que durante el partido le llegaron a amenazar con agredirle, diciéndole a gritos «te esperamos a la salida y te vamos a dar una paliza que no se te van a ver los moratones porque eres un negro de mierda». El ministerio público afirma que una vez finalizado el partido, Rafael P. se intentó acercar al árbitro «en actitud agresiva» y varios padres tuvieron que interponerse entre ambos y llamar a la Policía Nacional. Personados en la instalación municipal, los agentes procedieron a identificar a los dos padres y uno de ellos, Juan Carlos B., se mostró muy agresivo e incluso intentó agredir a los policías que lo habían sacado al exterior del recinto para que los numerosos niños presentes en el campo de fútbol en ese momento no presenciaran la escena.
Daños morales
Por estos hechos, la Fiscalía solicita para Juan Carlos B. un año y medio de prisión por un presunto delito de amenazas y otro de resistencia a la autoridad. Para Rafael P., el ministerio público pide un año de cárcel por amenazas. Las acusaciones, ejercidas por la víctima y por el Ayuntamiento de Zaragoza, piden un año de cárcel y una multa de 1.080 euros para cada padre como presuntos autores de presuntas amenazas e incitación al odio.También reclaman al juez que inhabilite a los dos para ejercer profesión u oficio educativo en el ámbito docente, deportivo y de tiempo libre durante cuatro años.
Además, la representación legal de Basirow Mamadou Sow, facilitada por el Comité Técnico de Árbitros de Aragón y ejercida por el abogado Jesús Gómez Pitarch, pide 1.000 euros en concepto de responsabilidad civil solidaria por daños morales. En su escrito de acusación, este letrado pone de relieve que el joven llegó a temer por su integridad física el día de los hechos debido a «la gran agresividad» que mostraban los acusados y ante el temor de que más personas que presenciaban el partido pudieran unirse a los padres que le amenazaban e insultaban.
Por su parte, las defensas de los dos acusados han solicitado al juez la libre absolución.
El Ayuntamiento, personado
Según fuentes conocedoras del caso, esta es la primera vez que por un hecho de este tipo acaecido en la Comunidad, que lamentablemente no es aislado, una de las partes implicadas solicita una condena por un delito de odio.
La personación del Ayuntamiento de Zaragoza como acusación es otra de las particularidades del caso. Desde que se conocieron los hechos, el Consistorio los condenó con firmeza, al igual que el club Atlético Ranillas, club que gestiona la instalación municipal, extremo que justifica la implicación del Consistorio en el procedimiento.