Los graves insultos a un jugador negro en Andalucía y a otro en La Rioja, últimos episodios de una lacra que avergüenza a los clubes
JORGE ABIZANDA. ABC.- «Al llegar al vestuario, el chaval se derrumbó. También sus compañeros. Ver a un tío de 23 años y cerca de dos metros llorando porque le habían dicho “negro de mierda” es muy triste, muy duro para todos los que le apreciamos». Francisco Silva, presidente del Isla Cristina FC, atiende a ABC y desde el inicio de la conversación muestra que sigue afectado e indignado por los comentarios racistas que un grupo de hinchas del equipo rival dedicó a uno de sus futbolistas. Sucedió el pasado domingo durante un partido de Liga de la División de Honor andaluza. Otro episodio lamentable en un encuentro de las categorías inferiores del fútbol español, que parecen inmersas en una peligrosa espiral de capítulos xenófobas a pesar de las campañas de concienciación lanzadas desde las Federaciones Territoriales e incluso por parte de muchos clubes. Este mismo fin de semana, otro futbolista negro fue insultado gravemente en un encuentro de la Tercera división riojana. Unos sucesos que se unen al sufrido una jornada antes en la Preferente asturiana por un árbitro de origen etíope y por una de sus linieres.
«Nos hubiera dolido con cualquiera, pero con Lay nos ha afectado aún más. Este verano llegó a Huelva desde Senegal con la ilusión de jugar en España. Probó con el San Roque de Lepe y no se le ficharon, pero en nuestro equipo ha encontrado un sitio. Es un gran chaval, no se mete con nadie. Su vida no está siendo fácil y tratamos de echarle una mano». El presidente del Isla Cristina no vivió en directo el mal trago que le tocó vivir a su jugador porque no se desplazó hasta Alcalá de Guadaira (Sevilla) para ver el partido ante el Estrella San Agustín. La indignación le invadió cuando, minutos después del final, le comunicaron lo sucedido a través del teléfono. En el último minuto, Francis Santana, técnico de su equipo, y Alonso, uno de los jugadores, acabaron expulsados por defender a sus compañero ante los insultos racistas que llegaban desde la banda. Unos desagradables comentarios que el árbitro no recogió en el acta. «Para acabar con esta lacra, todos tenemos que ser valientes, los primeros los árbitros, y el del domingo no lo fue».
El resultado del partido no tiene nada que ver con la denuncia porque el Isla Cristina regresó con los tres puntos (0-2). «Sólo queremos que esto no vuelva a suceder nunca y que los árbitros recojan en el acta lo que se oye en el campo», explica el dirigente a este periódico, a través del que también agradece «el comportamiento y el trato recibido por parte de la directiva del Estrella San Agustín. Sus dirignetes no tienen la culpa, imbéciles y estúpidos hay en todas partes».
Llueve sobre mojado
Aunque el dirigente del Isla Cristina, más de una década ya en el cargo, tuvo que sufrir hace unos años una experiencia similar con otro jugador guineano de su plantilla, considera que este tipo de actitudes son minoritarias y explica a ABC que, en el caso de Lay, ha resultado «reconfortante» la cantidad de mensajes de solidaridad recibidos. Entre ellos el de la Federación andaluza de Fútbol, que este lunes mostró su apoyo al club onubense a la vez que rechazó «cualquier tipo de violencia racista, xenófoba o de intolerancia en el deporte».
Pero, por desgracia, la lacra del racismo y la xenofobia parece haberse instalado en las categorías inferiores de nuestro fútbol. El mismo domingo que Lay lloraba en Sevilla, otro jugador negro sentía la misma sensación de impotencia en un duelo de la Tercera división riojana. Al término del SD Oyonesa-CD Villegas, un delantero del conjunto visitante denunciaba a través de las redes sociales lo que le tocó escuchar durante el partido. «Hoy denuncio los lamentables hechos que me han tocado vivir, nunca había vivido algo así… Que cuatro cafres de turno en la banda te estén llamando durante todo el partido MONO es algo que no se puede permitir en un campo de fútbol», escribió el futbolista llegado de la cantera del Zaragoza. Numerosos clubes riojanos mostraron públicamente su repulsa a estos insultos y mostraron su apoyo al guineano, internacional sub 20 por su país.
Ahora pueden llegar las sanciones. La pasada semana, el Comité de Competición de la Federación Asturiana de Fútbol clausuró por dos partidos el campo de La Peña, donde, durante el encuentro de Preferente entre la AD Ribadedeva y el Nalón, se escucharon graves insultos racistas y machistas hacia el trío arbitral por parte de un grupo de aficionados locales. «Negro de mierda, que pena que no se te pinchó la patera. Te debió de joder la vista el salitre de la patera», fueron algunas de las frases dedicadas a Asnake Wolde, árbitro de aquel partido. Sonia Güevea Rodríguez, su linier, también sufrió lamentables comentarios por los que el Ribadedeva se disculpó públicamente.