Traini confirma que actuó movido por el asesinato de una joven italiana
ANNA BUG. LA VANGUARDIA.- Ni un ápice de arrepentimiento. El autor del ataque racista en Macerata, Luca Traini, el excandidato local de la Liga que el sábado disparó con una pistola semiautomática a seis personas negras por su color de piel, se mostró orgulloso de sus actos ante la policía italiana.
“No ha mostrado ningún remordimiento. Es probable que llevase a cabo este gesto loco como una especie de venganza”, contó Michele Roberti, comandante provincial de la policía en Macerata, a Sky TG24. El hombre se encontraba “tranquilo y lúcido” durante su detención, y no se cree que haya recibido ayuda de ninguna organización.
La hipótesis ultraderechista se terminó de confirmar cuando los investigadores encontraron en el domicilio familiar en Tolentino de Traini, de 28 años, un ejemplar de la autobiografía de Adolf Hitler, Mein Kampf, y otras publicaciones asociadas a la extrema derecha, así como una bandera con la cruz celta. Tras rebuscar en su ordenador, parece claro que habría meditado el golpe durante unos días hasta perpetrarlo el sábado, cuando durante casi dos horas recorrió las calles de Macerata disparando a todas las personas de origen africano que iba encontrando. Pero podía haber sido peor: en su coche encontraron otros proyectiles que no llegó a disparar.
Acusado de masacre con agravamiento por racismo y de posesión ilegal de armas, Traini se encuentra por el momento en régimen de aislamiento en la cárcel de Motacuto, en Ancona, separado expresamente de otros internos extracomunitarios. En el mismo lugar está encerrado el presunto autor nigeriano del asesinato de Pamela Matropietro, la joven de 18 años que fue hallada desmembrada en dos maletas la semana pasada en las cercanías de Macerata. La investigación apunta a que pese a que Traini y Mastropietro no se conocían, su asesinato, que ha conmovido a los italianos, habría sido el motivo desencadenante que empujó al ultraderechista a cometer esta barbarie.
Según publica el Corriere della Sera, el mismo Traini habría confesado el vínculo a los investigadores. “Estaba yendo en coche al gimnasio cuando encendí la radio y escuché la historia de esta joven de dieciocho años. Di media vuelta, abrí la caja fuerte y cogí la pistola. Decidí matarlos a todos”, declaró, según la cabecera italiana.
Las víctimas son cinco hombres y una mujer, de entre 22 y 33 años, procedentes de Ghana, Nigeria, Mali y Gambia. La mayoría de ellos tiene lesiones leves y uno ya ha sido dado de alta, pero un hombre de nacionalidad nigeriana ha tenido que ser sometido a una intervención quirúrgica después de que la bala le perforase el tórax.
A otras heridas difíciles de cicatrizar se enfrentan los vecinos de Macerata, que, pese a que sólo el 9,2% de sus 43.000 habitantes son inmigrantes, se encuentra dividida tras visibilizar el auge de la xenofobia en Italia alimentada por discursos racistas en estos dos últimos años. Y aunque el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, se apresuró a pedir que ningún partido utilizase el ataque para obtener réditos políticos ante la cercanía electoral, el líder de la Liga, Matteo Salvini, cerró los ojos y ayer continuaba con su discurso: “Para los inmigrantes clandestinos, tantos derechos. Para los italianos, tantos deberes. En un mes, la música cambiará”.