DAVID MORENO. VÉRTIGO POLÍTICO.El gobierno Ruso en Moscú inició una serie de deportaciones de manera arbitraria desde julio de este año: selecciona a los migrantes «ilegales» con base en su perfil racial y los confina a campamentos improvisados superpoblados que no cumplen con las condiciones mínimas de higiene, reporta la organización Human Rights Watch.
Redadas en mercados, fábricas, estaciones del metro y en la calle han resultado en la detención de más de 4,000 personas llevadas presas por no tener características eslavas.
Entre los detenidos se encuentran refugiados y migrantes con permisos de residencia que no pueden acreditar su estatus legal ante los oficiales de migración, pues una vez detenidos se les impide tener comunicación con sus familias, representantes legales y además no se les da la oportunidad de acceder a sus documentos, según la ONG internacional.
Hacinados en condiciones inhumanas
Los centros de detención propios para migrantes se encuentran abarrotados, por lo que los oficiales de migración instalaron un campamento en Golyanovo, donde el hacinamiento y las condiciones antihigiénicas han mandado al hospital a 30 personas por erupciones en la piel y alergias.
El campamento en la parte este de Moscú fue instalado luego de una redada en una maquiladora de ropa, donde supuestamente trabajaban 1,000 empleados vietnamitas ilegales.
Además de la falta de agua potable, los migrantes detenidos en el campamento no tienen la posibilidad de realizar sus actividades de higiene personal básicas, sin acceso a jabón, cepillos, pasta dental y agua caliente.
Los oficiales en el campamento impiden el paso de familiares o abogados al campamento sin un «permiso especial», pese a que legalmente los defensores no necesitan ninguna especie de permiso para ver a sus clientes.
Algunos detenidos son residentes legales
Las faltas a los derechos humanos comienzan desde antes de llegar al campamento, durante el proceso de detención, reporta Human Rights Watch.
Apostados en lugares públicos los oficiales detienen a cualquier persona que no sea de raza blanca, sin darles oportunidad de dar explicaciones o presentar los documentos que confirmen su estancia legal.
Uno de los detenidos, Abdul Khamid al-Badri, es un estudiante de Egipto con visa que fue aprehendido por la policía cerca de una estación del metro. Debido a que al momento de su detención no portaba pasaporte ni teléfono, su futuro inmediato es incierto, tras dos semanas de haber permanecido detenido, según declaró a un corresponsal del New York Times.
¿Por qué el gobierno de Moscú quiere expulsar a los migrantes?
La Federación Rusa es un país con una economía en crecimiento; en 2012 ocupó el octavo lugar a nivel mundial con el PIB más alto, y tuvo una tasa de desempleo de 5.7%, aún menor que la de Estados Unidos, de 7.7%.
Si no es el desempleo o la economía, ¿por qué es que los rusos no quieren a los migrantes en su país?
Todo apunta a una estrategia política en el camino a las elecciones a alcalde de Moscú que habrán de celebrarse en septiembre.
El pasado 27 de julio se desató una trifulca en un mercado al aire libre en la ciudad, cuando un policía intentó detener a un sospechoso de violación y sus familiares atacaron al oficial, dejándolo seriamente herido.
Aunque se sospecha que el detenido ni siquiera era migrante, el gobierno local inicio una campaña para buscar y detener a migrantes ilegales, con el fin de complacer a una opinión pública mayoritariamente xenófoba.
Tanya Lokshina, directora de programa de Human Rights Watch en Rusia, expresa en su reporte que «nada puede justificar las detenciones basadas en perfil étnico», y que «si las autoridades se quieren poner serias sobre mejorar la seguridad y el orden público en Moscú, deberían centrarse en combatir el crimen y dejar de tratar de desviar el descontento de la población usando a los migrantes como chivos expiatorios».
En el primer cuarto del 2013, Rusia recibió 38,186 migrantes, de acuerdo al Servicio Federal de Estadísticas del Estado ruso, principalmente de Oriente Medio y Asia.
Hasta 2002, la última cifra que tiene el Instituto de Políticas Migratorias, se tenía registro de 11.9 millones de migrantes que viven en la Federación Rusa.