DOS MANZANAS.- La capital lituana celebró este sábado su segunda marcha del Orgullo Báltico, bajo el nombre de “Marcha por la Igualdad”. Los cientos de participantes, con banderas lituanas y arco iris, fueron atacados por contramanifestantes que intentaron arruinar la marcha pero se encontraron con la policía. 28 de ellos fueron detenidos.
El Orgullo Báltico reúne a activistas LGTB de Estonia, Letonia y Lituania, y este año vuelve a Vilna, donde ya se celebró en 2010, tras inaugurarlo Riga (Letonia) en 2009. Tallin (Estonia) lo acogió en 2011 y el año pasado se volvió a celebrar en la capital letona. En su quinta edición, celebrada este sábado, el odio homófobo también estuvo presente. Extremistas lanzaron huevos a los activistas LGTB, que desfilaban por la avenida principal de Vilna junto a una gran presencia policial.
La diputada Giedre Purvaneckiene y la ministra de Asuntos Europeos de Suecia, Birgitta Ohlsson, junto a otras autoridades que marchaban a la cabeza de la manifestación, fueron víctimas del ataque. Purvaneckiene, que no resultó herida, declaró que la agresión “muestra que tenemos que desfilar hasta que no se arrojen más huevos y la gente pueda manifestarse libremente y sin miedo”.
Entre los atacantes se encontraba su colega el diputado nacionalista Petras Grazulis, que intentó arengar a los homófobos utilizando un megáfono, a lo que varios agentes de seguridad respondieron derribándolo y esposándolo. Tras ser liberado poco después, regresó al lugar de la concentración. Otros 50 contramanifestantes intentaron asaltar un escenario en el que los organizadores de la marcha iban a dar un discurso, pero fueron expulsados por la policía.
Se da la circunstancia de que Lituania ostenta durante este semestre la presidencia de turno de la Unión Europea. La situación de las personas LGTB en esta república de mayoría católica es particularmente difícil, y en los los últimos años el Seimas (Parlamento lituano) ha aprobado una larga serie de medidas socialmente muy conservadoras. La iglesia católica y políticos conservadores han promovido, en particular, la tramitación de leyes abiertamente homófobas que limitan la posibilidad de divulgar contenidos relacionados con la homosexualidad a menores y adultos. Además se ha intentado prohibir las celebraciones del Orgullo y se ha discutido una ley que prohíbe la cirugía de reasignación de sexo.
Sin embargo, a pesar de esta situación tan difícil, las estadísticas prueban que la sociedad lituana se moderniza rápidamente. Cada vez son más los que eligen vivir en pareja de hecho: el 40% de las parejas conviven fuera del matrimonio y el 35% de los niños viven hoy en familias no tradicionales. Una parte significativa son criados en familias homoparentales cuya vida ha sido retratada en un interesante reportaje de la periodista Rasa Navickaitė.