CARLOS HIDALGO / AITOR SANTOS MOYA. ABC.- La Policía Nacional busca al autor de la brutal agresión que le ha costado, literalmente, un ojo a uno de los vigilantes de seguridad del estadio Wanda Metropolitano. El terrible suceso tuvo lugar el sábado por la noche, a pocos minutos del final del derbi madrileño, en uno de los accesos del fondo sur del flamante campo de fútbol.
Javier, que es como se llama la víctima, trabaja regularmente en labores de vigilancia en Metro de Madrid. Sin embargo, su sueldo no da para mucho, por lo que hace horas extra los fines de semana en otros servicios. El sábado le tocó la puerta 39 del templo del Atlético, donde el equipo «colchonero» se enfrentaba por primera vez a su eterno rival, el Real Madrid.
Se da la circunstancia de que esa entrada es la que utilizan, entre otros, los cerca de mil hinchas pertenecientes al Frente Atlético, cuyo núcleo más duro está formado por unos 200 extraordinariamente violentos y de ídeología de ultraderecha. El Grupo 30º de la Brigada Provincial de Información investiga ahora si el agresor se encuentra entre sus miembros.
Porque nadie entiende la trementa brutalidad con la que actuó. Se presentó donde estaba Javier a falta de diez minutos del final del encuentro con la intención de acceder a la grada. El vigilante le explicó entonces que el torno ya estaba cerrado. Sin embargo, y sin que mediara forcejeo alguno -según explicaron en el entorno del herido-, el agresor le propinó un monumental puñetazo en el ojo izquierdo.
El tipo estaba «muy alterado e intentó entrar por todos los medios». Pero cuando vio que había dejado en el suelo a Javier puso pies en polvorosa y huyó a la carrera. Previamente, había dicho que era «un hostelero que no había podido llegar antes y que quería ver el final del partido». La Policía analiza ahora las imágenes de las cámaras de videovigilancia del estadio para identificar al sujeto.
Los servicios de emergencias trasladaron al lesionado al Hospital Ramón y Cajal, donde fue intervenido de urgencia y se decidió que había que extirparle el ojo, totalmente destrozado por el ataque. Tanto el Atlético de Madrid como la empresa de seguridad para la que prestaba servicio Javier presentaron ayer sendas denuncias.
Tornos desactivados
La puerta 39 del Wanda Metropolitano es el acceso establecido para la grada de animación, formada por los aficionados más enérgicos y dirigida bajo cuerda por el grupo ultra, causante, entre otros casos, de la muerte en 2014 de Francisco Javier Romero Taboada, «Jimmy», perteneciente a «Los Suaves», facción más dura de los radicales del Deportivo de la Coruña.
Cabe recordar que desde la tragedia del Madrid Arena en 2012 -en la que una avalancha fruto del exceso de aforo, se cobró la vida de cinco chicas-, la normativa impide entrar a cualquier aficionado pasado el minuto diez de la segunda parte. Cumplido ese límite, los tornos se desactivan, por lo que a partir de ahí es imposible validar cualquier tipo de entrada o abono.