ROSA MENESES. EL MUNDO.- El ataque que sufrió Alberto Muñoz, colaborador de este periódico, el miércoles en Londres, en plena calle, se suma al rosario de agresiones contra personas inmigrantes en el Reino Unido y ha vuelto a disparar las alarmas en este país ante el aumento de los delitos de odio que registran las estadísticas policiales. Tanto es así que la capital británica se ha convertido en una de las ciudades con mayor criminalidad en el último año. Pero también en 2017 Gran Bretaña ha sufrido más que nunca la violencia terrorista, con atentados como el de Manchester (en mayo), con 22 muertos, y los perpetrados en Londres, primero en Westminster (en marzo) y luego en el Puente de Londres (en junio) con 5 y 8 muertos respectivamente.
A pesar de las amargas cifras, el embajador británico en España, Simon Manley, ha querido lanzar en esta entrevista con EL MUNDO un mensaje de tranquilidad para todos los inmigrantes -pero especialmente para los españoles- que viven y trabajan en el Reino Unido y subraya que el Gobierno de Theresa May ha puesto en marcha medidas para frenar los crímenes de odio.
Tras la agresión sufrida por nuestro compañero en Londres, ¿puede lanzar un mensaje a los españoles que viven y trabajan en el Reino Unido?
- Personalmente, lamento profundamente la agresión que sufrió Alberto Muñoz en Londres. El Reino Unido es conocido por ser un país acogedor y estamos orgullosos de la presencia de tantos españoles en nuestro país: periodistas, estudiantes, investigadores… Estudiando y trabajando. Somos un Estado multicultural, orgullosos de serlo y los españoles prestan una fantástica contribución a nuestro país. Por eso, el Gobierno británico se toma muy en serio cualquier tipo de delito de odio y ya está tomando medidas, a través de la puesta en marcha de un Plan de Acción adoptado el año pasado contra estos delitos. Estamos trabajando para llevar ante la Justicia a los autores de estos ataques. Es una preocupación para nosotros porque no es lo que queremos en nuestro país, ya que estamos orgullosos de nuestro multiculturalismo y del hecho de que haya gente de todo el mundo trabajando y estudiando aquí y queremos que siga así. Esta ha sido en particular una agresión triste, grave pero los delitos de odio en general también lo son.
- ¿Pueden entonces los españoles -y los inmigrantes en general- en el Reino Unido estar tranquilos y saber que se les protege?
- Estamos orgullosos de tener tantos españoles que viven, trabajan y estudian en nuestro país. Cada vez nos visitan más españoles y queremos que los que ya están aquí se queden y puedan vivir con tranquilidad y seguridad para que sigan contribuyendo a nuestra sociedad y a nuestra economía.
- ¿Cree que este tipo de casos pone sobre la mesa que el problema de los delitos de odio en el Reino Unido es grave, como reflejan las estadísticas?
- No lo sé, no lo sé. Pero está claro que hay un problema. Por eso hemos tomado medidas con este Plan de Acción. Las cifras muestran un aumento de los delitos de odio, pero no sabemos exactamente si es porque hay más delitos o porque hay más gente que denuncia, porque estamos también haciendo un esfuerzo para que se informe a la policía. No hay espacio en la sociedad británica para el odio y trabajamos para que nuestro país, conocido en todo el mundo por su tolerancia, siga siéndolo.
- ¿Hasta qué punto se han disparado este tipo de agresiones a raíz del referéndum del Brexit, como ha apuntado algún estudio?
- No está claro que haya un vínculo con el Brexit o si bien puede estar vinculado a los atentados terroristas que ha sufrido el Reino Undo. Porque tristemente hemos registrado también un aumento de los delitos de odio tras los atentados. Pero lo importante no es por qué estos delitos surgen en la sociedad sino las medidas que adopta el Gobierno y la policía para atajarlos.
- ¿Qué medidas concretas están aplicando las autoridades?
- Muchas. Por ejemplo, más protección en lugares de culto, sea iglesias, mezquitas o sinagogas; más policía, medidas en los colegios… Es todo un Plan de Acción que implica desde la policía hasta el sistema judicial y el Gobierno