CARMEN VALERO. EL MUNDO.- Alemania estrena legislatura y se presenta agitada. Sin otra materia a debatir que la elección de presidente y vicepresidentes, la sesión constituyente de este martes pone de manifiesto hasta qué punto el parlamento resultante de las elecciones del pasado 24 de septiembre está fraccionado y férrea es la voluntad de los partidos tradicionales de marcar terreno a la bancada que estrena la ultraderecha. En total, 92 escaños que hacen de la populista Alternativa para Alemania (AfD) la tercera fuerza política de un Legislativo con 709 miembros, el segundo más numeroso del mundo, tras el chino.
Hasta en tres votaciones consecutivas negaron sus señorías al candidato de AfD, Albrecht Glaser, la mayoría necesaria para que éste accediera a una de las vicepresidencias de la cámara baja del Parlamento alemán. Glaser, de 77 años y uno de los ideólogos del partido, recibió en una primera votación 550 votos en contra, prácticamente los mismos que recibían en forma de apoyos los candidatos de las demás formaciones. En la segunda votación, fueron 549 negativas; y en la tercera, cuando sólo se requería una mayoría simple, 545. El puesto ha quedado vacante, mientas una comisión parlamentaria decide cómo proceder para cubrir la vicepresidencia que corresponde a AfD. Fue, la venganza del sistema a una formación que se vanagloria de ir contra el sistema, la aleccionadora respuesta a un diputado que confunde no tener pelos en la lengua con poner en entredicho la libertad religiosa que garantiza la Carta Magna.
Entre las propuestas de Glaser, uno de los fundadores de AfD, está la de condicionar la acogida de refugiados musulmanes a que éstos se declaren apostatas.
Para AfD llovía sobre mojado. Una modificación del reglamento impidió que el diputado de AfD, Wilhelm von Gottberg, de 77, fuera el maestro de ceremonias en esta sesión inaugural. En vez del diputado de más edad, como era la tradición, se acordó que el honor de abrir la Legislatura debía recaer sobre el diputado con más años en un escaño. La persona que cumplía ambos requisitos era el ex ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, de 75 años y 45 como diputado. Dado que la elección de Schäuble como presidente del Bundestag estaba fuera de duda, como así sucedió por muy holgada mayoría, el turnó paso al liberal Hermann Otto Solms, con 33 años como diputado a sus espaldas.
La AfD habló de una «maniobra imperdonable» contra representantes de la voluntad popular. «Tiene que ser muy grande el miedo a la AfD y sus electores para usar este tipo de métodos», criticó el diputado Bernd Baumann y advirtió de que esas estratagemas no harán que su partido enmudezca en el parlamento cuando llegue el momento de negociar temas relacionado con el euro, la apertura de fronteras, o la seguridad.
El nuevo Bundestag tiene seis grupos parlamentarios, el mayor es el bloque conservador de la CDU/CSU que cuenta con 246 escaños. Le siguen el SPD (153 parlamentarios), AfD (92), el del Partido Liberal (80), el de La Izquierda (69) y el de Los Verdes (67).
