El herido asegura que recibió un fuerte puñetazo en la sien y una patada de un cabeza rapada que le recriminó llevar puesta una camiseta de un grupo de rock vasco
LA VOZ DE ASTURIAS. SUSANA D. MACHARGO.- Era madrugada de un sábado de San Mateo. Estaba en el Casco Antiguo de Oviedo con un amigo cuando, de repente, se le acercaron dos chicos con estética neonazi y la cabeza rapada. Uno de ellos le recriminó llevar puesta una camiseta de Kortatu, un grupo de rock vasco, y sin esperar respuesta le propinó un fuerte puñetazo en la sien y, después, una patada precisa en una pierna que le tiró al suelo. La rápida intervención de dos mujeres que presenciaron el ataque y de la multitud que se arremolinó hizo que huyeran. Las señales aún son visibles en su rostro. Así consta en la denuncia presentada por el herido en un juzgado de instrucción. Ha preferido no acudir a la Comisaría de la Policía Nacional después de que los agentes que acudieron al lugar de los hechos le desanimaran a presentar la denuncia. «Si no conoces a tu agresor entonces para qué vas a denunciar», asegura que le dijeron. Ahora trata de reunir pruebas para demostrar lo que sucedió. Busca a las dos mujeres que intervinieron y a cualquier testigo que pueda aportar datos. También reclama que se revisen las cámaras situadas en las inmediaciones del lugar en el que fue atacado. Sin embargo, no quiere desvelar su identidad. Quiere salir tranquilo a la calle.
Los hechos ocurrieron la madrugada del 17 al 18 de septiembre. Todo pasó tan rápido que no es capaz de ofrecer demasiados detalles. Sí tiene claro que el agresor llevaba la cabeza rapada y que iba con otra persona, otro chico de estética similar. Lo describe como un «rapado, fuerte, de más de 1,70 de altura y unos 30 años». Por la rapidez y la forma en la que le golpeó piensa que estaba entrenado. El joven agredido estaba en la calle con un amigo cuando el atacante se le encaró. No hubo tiempo ni para discutir. Le pegó inmediatamente después de increparle por llevar la camiseta del grupo vasco. Dos mujeres intervinieron en primer lugar y el resto de la multitud agolpada en la calle fue consciente de lo que estaba sucediendo. Así que el agresor y su acompañante huyeron.
Las dos mujeres llamaron al 112 Asturias. Se presentó personal médico y una patrulla de la Policías Nacional. La familia del joven critica la actuación de los agentes a los que acusan de tratar de disuadirle de que presentaran una denuncia, ya que no conocía a su agresor. Fue trasladado al HUCA y atendido en Urgencias, donde se emitió el primer parte de lesiones. Pero el médico que firmó el informe cometió un error, ya que en la descripción de los hechos señala que había sido una pelea entre amigos. Por lo demás, deja constancia del fuerte golpe de la sien que, dos semanas después, todavía provoca que el ojo supure.
Al día siguiente, ya en casa, comenzó a dolerle la pierna en la que recibió la patada y el brazo que apoyó en la caída. Ya acompañado por sus padres, regresó al HUCA. Un segundo parte médico completa el primero, con el resto de lesiones causadas. En este, los hechos ya aparecen bien detallados, con la agresión bien descrita. La familia ha solicitado también al personal médico que se modifique el primero, ya que es una de las pruebas que presentarán en la instrucción.
La familia ha presentado la denuncia en un juzgado de instrucción, pero teme que esto se alargue de manera innecesaria. Esperan que las cámaras del Casco Antiguo puedan aportar información valiosa. Lamentan que la Policía no identificara a ninguna de las personas que estaban alrededor y que podrían ser testigos valiosos. «Es un delito de odio, que tiene un claro carácter ideológico. Es lo que explica que alguien pegue a otro porque no le gusta el grupo de la camiseta que lleva puesta. Eso es un patriota al que no le gustan los vascos. Se atreven con alguien maleable. Menos mal que no iban en manada, porque igual se hubieran ensañado», comenta con cierto alivio el padre del joven agredido, que también agradece la actuación de Protección Civil y de las personas que no permitieron que fuera a más.