OLAYA SUÁREZ. EL COMERCIO.- Se repite la misma escena, ya convertida en habitual año tras año: varios ultras abandonan los calabozos del Palacio de Justicia después de prestar declaración ante el juez de guardia por desórdenes públicos, lesiones y atentado a agentes de la autoridad. Fuera les espera el resto del grupo, haciendo guardia durante horas para proteger con paraguas, gorras y sudaderas a los radicales con el objetivo de evitar ser captados por las cámaras. El nuevo episodio tiene como protagonistas a los diez miembros de la peña Ultra Boys detenidos por la agresión a varios policías nacionales antes del derbi del sábado en El Molinón. Quedaron en libertad con cargos a la espera de que avance la fase de instrucción. Todos ellos negaron haber participado en la trifulca que se saldó con ocho agentes heridos.
La novedad en esta ocasión es que la jueza, Ana López Pandiella, les prohíbe entrar al campo e incluso aproximarse a menos de 500 metros los días de celebración de partido. Esta medida de alejamiento llega después de al menos una decena de altercados, arrestos y juicios con seguidores radicales del Sporting, a los que el club continuaba dejando entrar al estadio sin cortapisas. Tuvo que ser la Comisión Antiviolencia la que en marzo de 2013 ordenase el cierre del local que les había cedido por el Sporting en El Molinón tras unos graves incidentes que se saldaron con dos guardias de seguridad heridos de gravedad. Sin embargo, la peña continúa utilizando las instalaciones.
El club emitió el martes un comunicado institucional sobre el violento episodio ocurrido cuando el autobús de los jugadores del Sporting llegaba a El Molinón. «El Real Sporting quiere mostrar su rechazo y condena a cualquier acto violento, ofensa, falta de respeto o muestra de intolerancia que pudiera afectar a los valores esenciales que deben imperar en nuestra sociedad y en la celebración de cualquier evento deportivo. El club procederá como establece al efecto el Reglamento de Régimen Interno».
Uno de los presuntos implicados fue detenido en 2014 por los graves incidentes ocurridos en Madrid que se saldaron con la muerte de Jimmy, seguidor del Deportivo de la Coruña.
Además de los arrestos, la Policía Nacional tramitó 24 propuestas de sanción por la aplicación de la Ley contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte. Cifra que podría elevarse en los próximos días, ya que las investigaciones continúan abiertas.
Estos últimos acontecimientos con radicales del Sporting se producen cuando aún continúa en fase de instrucción el procedimiento abierto por la agresión el pasado mes de marzo a dos agentes de la Brigada de Información de la Comisaría de Policía Nacional, atacados en el parque de Isabel la Católica cuando se disponían a identificar a varios hinchas por una trifulca previa con seguidores del Deportivo. Los policías -un hombre y una mujer sin uniformar- recibieron numerosos golpes por parte de al menos tres individuos, que los tiraron en el suelo y les siguieron golpeando con patadas y puñetazos. Por esos hechos fueron arrestados tres miembros de Ultra Boys, que están a la espera de que la Fiscalía califique.
La Liga anunció ayer que se presentará como acusación particular en las diligencias previas que se instruyen por el suceso vinculado al derbi. En un comunicado hecho público, reitera su «empeño en acabar con la violencia en los estadios de fútbol en España y seguir luchando por un fútbol en el que primen el espectáculo, la deportividad y el juego limpio». La patronal de clubes, que presentará un escrito ante el juzgado de Gijón encargado de la instrucción, añadió que «esta acción judicial se suma además a las que ya ha puesto en marcha con el objetivo de prevenir estos graves comportamientos».