Olga R. Sanmartín
Una empresa está haciendo un proceso de selección de personal. Cuando le toca el turno a una de las candidatas, gitana rumana, alguien la veta bajo el argumento: «Ya se sabe que no quieren trabajar». Ocurrió en 2011 en Alicante. Pero hay muchos casos más.
En Jaén, la propietaria de una heladería dice que no va a contratar a una chica porque se ha fijado en los apellidos y es gitana. En Córdoba, un supermercado se niega a aceptar como cajeras en prácticas a alumnas gitanas. En Mérida, una aspirante que no logra pasar las entrevista de trabajo por sus apellidos, decide cambiárselos en el currículum para poder acceder a un empleo…
La gitanofobia va a más. La crisis y los recortes multiplican los casos de racismo. La Fundación Secretariado Gitano ha documentado 148 casos de discriminación registrados durante 2011, un 28% más que los que hubo el año anterior.
Los responsables de esta asociación, que esta mañana han presentado su Informe Anual Discriminación y Comunidad Gitana 2012, destacan que «la crisis está golpeando a los más vulnerables» y que «hay una situación de pérdida de derechos donde no a todos les va de la misma manera».
Desigualdad en el acceso a la vivienda
Por ejemplo, en la vivienda. En el informe -que cuenta con el apoyo del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad– se cuentan infinidad de casos como los del joven gitano que va a alquilar un piso. El propietario accede, pero, cuando el chico se presenta en persona, le dice que ya está arrendado. Pasan los días y el piso sigue vacío y con el cartel de Se alquila.
Los casos de discriminación en cuestiones relacionadas con la vivienda detectados por la Fundación Secretariado Gitano han aumentado un 30% de un año para otro. También han subido los que tienen que ver con la educación (20%), la seguridad ciudadana (un 60%) y con los medios de comunicación, que se han duplicado.
El informe da ejemplos de multitud de noticias aparecidas en prensa escrita y en internet en las que se utilizan «términos estereotipados» o «se refieren a sucesos donde se menciona la pertenencia a la etnia gitana de los participantes» sin que ésta aporte «una información relevante para la comprensión de la noticia».
Además, hay todo tipo de webs y foros que fomentan el odio racial. Sara Giménez, responsable del Área de Igualdad de Trato de la fundación, cita un canal en YouTube que se llama Gitanos Delincuentes.
«Las herramientas que tenemos en España no son suficientemente efectivas«, sostiene Giménez, que pide «más implicación a los poderes públicos».
A Sara Giménez le preocupa lo que está ocurriendo con la vivienda. Muchas familias gitanas están perdiendo sus casas con la crisis y les resulta muy complicado lograr que les alquilen otras, según denuncia.
«Tenemos la percepción de que la crisis está teniendo más impacto en los más vulnerables», afirma a ELMUNDO.es el director de la Fundación Secretariado Gitano, Isidro Rodríguez. «En nuestros centros y servicios de empleo, la demanda ha aumentado en casi un 30%».
Rodríguez explica que, en 2005, contabilizaron un 51% de ciudadanos de etnia gitana que trabajaban por cuenta ajena, mientras que en 2011 este porcentaje de asalariados disminuyó hasta el 36%.
En la Fundación lamentan que, por ejemplo, en el área de la educación, se hayan reducido las becas comedor, las ayudas para libros de texto o los programas de compensación, que reforzaban el aprendizaje de «mucho alumnado gitano con índices de abandono prematuro muy altos».
«La paralización de mecanismos de promoción social es muy grave», advierten, «porque tiene efectos a medio plazo». «Los gitanos han avanzado mucho estas dos décadas gracias al sistema del Estado del Bienestar y eso es lo que ahora entra en riesgo«, recuerda Rodríguez.
