Le agarró y arrastró fuera de los servicios públicos del recinto ferial, le pateó y le insultó diciéndole «maricón»
ABC.- Un joven transexual de 22 años ha sido agredido física y verbalmente por un hombre que le interceptó cuando estaba en unos servicios de la Feria de Jerez.
La Asociación de Transexuales de Andalucía (ATA) «Sylvia Rivera» ha lamentado este miércoles en una nota de prensa dar la noticia de esta agresión a pocas horas de que se celebre, hoy 18 de mayo, el Día Mundial contra la Transfobia y Homofobia.
Los hechos sucedieron en la madrugada del 16 de mayo cuando Gabriel, un joven transexual natural de Jerez y que reside en Sevilla, estaba con una amiga en la Feria de Jerez.
La agresión ocurrió cuando entró en un baño del recinto ferial, al que también accedió poco después un hombre que le agarró y arrastró fuera de los servicios mientras le pateaba, agredía e insultaba llamándole, entre otras cosas, «maricón», según la ATA «Sylvia Rivera».
La amiga que estaba con él intentó interceder, pero también recibió algún golpe del agresor. El joven fue atendido en el Hospital Virgen Macarena de Sevilla de contusiones en codo izquierdo, rodilla izquierda, tendinitis y traumatismo escapular derecho, según el parte médico que cita la asociación ATA «Sylvia Rivera».
Los hechos fueron denunciados a la Policía Nacional de Jerez de la Frontera. En su nota, la Asociación de Transexuales de Andalucía-Sylvia Rivera condena esta «violencia con connotaciones transfóbicas» y lamenta «que se sigan dando estos actos de odio y agresiones a personas por motivos de identidad o expresión de género».
Exigen que los hechos se depuren y que «se contemplen como una agresión con agravante de odio». «Es necesario disuadir con sanciones ejemplares este tipo de conductas que no tienen espacio en una sociedad, plural y diversa», asegura Mar Cambrollé, presidenta de ATA-Sylvia Rivera, en la nota de prensa.
Este tipo de agresiones, añade, «ponen de manifiesto la necesidad de que con la mayor brevedad posible el Parlamento de Andalucía, apruebe la Ley contra la discriminación de las personas LGTBI, para dotar a la administración y a las personas beneficiarias de una herramienta legal de protección contra los delitos de odio». «El consenso y la voluntad política son más que necesarias», añade Cambrollé.
