Al menos 20 comercios y empresas pertenecientes a extranjeros han sido quemadas en la capital de Sudáfrica, Johannesburgo. Los inmigrantes acusan al alcalde de la ciudad, Herman Mashaba, de ser responsable por emitir declaraciones que incitan a la violencia contra extranjeros.
TELESUR.- Varios comercios y negocios amanecieron quemados este lunes tras una ola de violencia xenofóbica en la ciudad de Johannesburgo, en Sudáfrica.
Hasta la semana pasada se registraron cerca de 20 comercios y empresas quemadas, todas pertenecientes a extranjeros. El brote de violencia ha provocado miedo entre los extranjeros, quienes culpan al alcalde de Johannesburgo, Herman Mashaba.
“Ya sean sudafricanos o del extranjero, por favor, respeten nuestras leyes cuando estén en nuestra ciudad. Nuestras agencias de aplicación de la ley enfrentan a diario casos de estudiantes que son objetos de robos y cuando hallan (a la gente), descubren que carecen de documentos”, declaró el alcalde.
La ola de ataques obligó a la policía a realizar acciones para dispersar a los sudafricanos violentos utilizando equipos antidisturbios. Al menos 130 personas han resultado detenidas.
Según la directora de derechos de refugiados y migrantes de Abogados por los Derechos Humanos, Sharon Ekambaram, “es irresponsable que los políticos inciten este tipo de violencia y lo culpamos a él (Mashaba) de la violencia”.
Las causas de la violencia han sido atribuidas también a las condiciones sociales que se viven en Sudáfrica. “Los problemas socieconómicos subyacentes en el país provocan una mayor competencia por empleo, servicios sociales básicos y oportunidades de negocios dentro y entre diversas comunidades”, opinó el sociólogo Crispen Chinguno de la Universidad de Witswaterand.
Sudáfrica enfrenta un lento crecimiento económico. El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) se mantenga en 0,1 por ciento este año. El Gobierno tampoco ha sido capaz de generar empleo o mejorar el suministro de servicios.
En 2015 otra ola de violencia xenófoba tuvo lugar en Sudáfrica luego de unas declaraciones del rey de los zulúes, Goodwill Zwelithini, quien afirmó: “Exhortamos a todos los extranjeros a que empaquen y se vayan”.