El auto destaca que sufrió reiterados episodios de «desconsideración, desprecio y humillación»
El juez ha dictado el auto de pase a procedimiento abreviado y ahora la fiscalía y el resto de acusaciones tienen 10 días para formular acusación. El magistrado apunta a la comisión de presuntos delitos contra la integridad moral, omisión del deber de socorro, obstrucción a la justicia y denuncia falsa en esta pieza separada de la macro causa que investiga episodios de extorsiones y tratos de favor a empresarios de zonas de ocio y prácticas irregulares por parte de agentes del cuerpo de la Policía Municipal.
En el auto, el juez señala que la víctima sufrió reiterados episodios de «desconsideración, desprecio y humillación» por su condición sexual, siendo frecuente que los cuatro acusados se dirigieran a ella en público como «tijeritas» o «bollera» y le acosaran desinflándole las ruedas de la moto que utilizaba en el trabajo. «Era frecuente que le hicieran entrar en locales de alterne sin ningún propósito policial concreto», relata el magistrado, que también subraya que la víctima fue sometida a unas pruebas de conducción «distintas y más complicadas» que las que tuvieron que superar el resto de sus compañeros.
Era el comisario Estarellas, según el juez, quien «minimizaba, ocultaba y amparaba» estas conductas «denigrantes e impropias» de compañeros que integran un cuerpo policial. El entonces comisario llegó a proponer «a gritos» a la agente que abandonara la unidad. El magistrado añade que, tras la denuncia de la víctima en sede judicial, dos de los agentes investigados en esta pieza «comenzaron a hostigar» a la víctima, que sufrió nuevos episodios de intimidación como «anónimos con amenazas de muerte, forzar la puerta de acceso a su domicilio, pincharle las ruedas del coche, pintar de negro el telefonillo de su casa y la sustracción de su motocicleta».
Los agentes acusados están siendo investigados en otras piezas de la causa que trata de aclarar episodios de presuntas prácticas corruptas en la Policía Local de Palma y que van desde supuestas extorsiones a empresarios del ocio nocturno, cobro de sobornos y tratos de favor hasta el intento de montar una policía afín al PP. Este caso se cobró el cargo del que fuera presidente del PP de Palma, José María Rodríguez, que renunció al puesto tras ser citado como investigado en la causa.