África Rodríguez Hayde, vasca, de madre negra, formada en el Alcobendas, estudiante de Derecho, denunció los hechos en una red social
AS. EFE.- El Club León Balonmano (CLEBA), que milita en la División de Honor femenina, ha expresado este lunes su «condena de forma rotunda» y su «máximo rechazo» hacia la agresión racista sufrida por la jugadora mulata Africa Rodríguez Hayde en la madrugada del sábado al domingo.
Al parecer, los hechos denunciados se produjeron en un establecimiento de la zona de ocio nocturno conocida como Barrio Húmedo, tras el encuentro que disputó el equipo leonés ante el Mavi Nuevas Tecnologías de Gijón, en el que las locales lograron su primera victoria de la temporada (27-24).
La jugadora vasca, formada en el Alcobendas madrileño, estudiante de Derecho, hizo público lo sucedido en una red social cuando señaló que todo comenzó cuando bailaba en el chocó fortuitamente con una chica que «sin mediar palabra», le agarró de el pelo y empezó a pegarle «por toda la cabeza», ha relatado.
La jugadora del Esencia 27 CLEBA ha reconocido que inicialmente no fue consciente de lo que pasaba y en un primer instante pensó que no debía responder a la agresión porque su agresora era «más pequeña» y «más débil», por lo que optó por separarse como pudo tras recibir la ayuda de sus compañeras de equipo, quienes también resultaron agredidas, según su versión.
Los hechos continuaron, ya fuera del establecimiento, cuando el portero del establecimiento las echó del lugar y se dirigió a ella diciéndole que estuviera «tranquila» porque ya no volvería a entrar en el local: «¿Qué fácil, no? Decirle a la negra que ya no entra más», ha afirmado.
En su relato, Africa Rodríguez ha añadido que la agresión continuó «porque la chica, que no había saciado su ira todavía», al verla otra vez empezó a calificarla «desde mono hasta puta», a lo que la jugadora replicó que esperaba que «se le curase pronto la enfermedad que sufría, racismo».
El club leonés, que milita en la Liga Loterías de Balonmano, ha recalcado en un comunicado que «actitudes como éstas, no son para nada aceptables en León, una ciudad reconocida por sus valores de tolerancia, integración, diversidad y aceptación de todos, sea cual sea su origen, sin prejuicios».
Además, su presidente Oscar Andrés, ha precisado que sus jugadoras «fueron agredidas, no agresoras», añadiendo que la presunta agresora, que en ese momento estaría acompañada de hombres, «ya cuenta con otros episodios similares».
Por último, el comunicado concluye que este tipo de actos «no se pueden permitir en una sociedad que garantiza los derechos fundamentales» y ha hecho un llamamiento para exigir el máximo respeto a todas las personas «independientemente de su nacionalidad, religión, color de piel u orientación sexual».
Hasta el momento, tanto el club leonés, tras emitir el comunicado, como la propia jugadora, que hizo públicos los hechos y el resto de jugadoras que le acompañaban, no han presentado denuncia sobre los hechos ocurridos.