«Yo soy el primer ministro de todos los paquistaníes y no sólo de los musulmanes paquistaníes», subrayó en alusión a la religión que profesa el 96 por ciento de los más de 200 millones de habitantes del país.
Sharif afirmó que su gobierno actuará para proteger a los otros grupos religiosos como los cristianos, sijs o hindúes, blanco de ataques de formaciones sectarias.
«Todos los seguidores de cualquier credo tienen los mismos derechos en esta nación, pues también ellos trabajan para defender a Pakistán y contribuyen a su prosperidad», destacó.
También los chiitas, que suman el 20 por ciento de la población nacional, han sido blanco de atentados por parte de formaciones radicales sunitas como Lashkar-e-Jhangvi, que desde su fundación en 1986 se adjudicó varios de los ataques más mortíferos contra esa comunidad.