La Fiscalía de Menores se hace cargo de las diligencias y determinará el grado de responsabilidad de los dos jóvenes denunciados
El blanco de sus burlas dijo que le insultaban por ser homosexual
ANA LUCAS. LA OPINIÓN DE MURCIA.- La Fiscalía de Menores de Murcia está investigando el presunto bullying al que dos adolescentes sometieron a un compañero de clase, al que habrían acosado hasta el punto de que la víctima intentó quitarse la vida.
Ocurría en un instituto de la capital de la Región. Fuentes cercanas indicaron que la víctima, harta de la situación y de ser increpada constantemente, trató de poner fin a su vida arrojándose a las vías del tren.
No obstante, finalmente no llegó a herirse. La víctima, también menor, puso entonces en conocimiento de sus familiares lo que ocurría.
Los presuntos acosadores se habrían dedicado a increpar a su víctima debido a la orientación sexual de esta, tal y como detallaron fuentes cercanas.
La denuncia se puso en dependencias de Policía Nacional hace aproximadamente un mes. Al estar implicados adolescentes que aún no habían cumplido los 18 años, se hizo cargo del asunto el Grupo de Menores (GRUME), que efectuó dos detenciones recientemente. El caso está en manos de la Fiscalía de Menores.
El delito de acoso, recordaron fuentes judiciales, no está tipificado como tal en el Código Penal. Podría catalogarse como delito contra la integridad moral o amenazas. Las medidas a tomar contra los acosadores, si se determina su culpabilidad, podrían pasar por el internamiento en un centro de menores.
No obstante, fuentes judiciales recordaron que se puede dar la circunstancia de que asuntos así de graves se solucionen si las partes implicadas –tanto los menores como sus padres o tutores legales– deciden escenificar un acto de perdón. En ello desempeñan un papel crucial los psicólogos y trabajadores sociales que trabajan en la Fiscalía de Menores, donde autores y víctimas han de verse las caras.
Posible delito de odio
Al tratarse de dos adolescentes, se les tomó declaración en Comisaría –en la sede central, Jefatura– y, posteriormente, se les dejó en libertad. Ahora han de declarar también ante la Fiscalía.
En este caso en concreto, fuentes judiciales apuntaron que, además del bullying, podría llegar a investigarse –dado que presuntamente le acosaban por su orientación sexual– un delito de odio. Este término se aplica, según la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), a «todas aquellas infracciones penales y administrativas cometidas contra las personas o la propiedad por cuestiones de raza, etnia, religión o práctica religiosa, edad, discapacidad, orientación o identidad sexual, situación de pobreza y exclusión social o cualquier otro factor similar, como las diferencias ideológicas».
No consta en la Consejería
En la Consejería de Educación indicaron ayer que no les constaba que existiese un caso de acoso similar en ningún instituto de la capital murciana.
Cuando se detecta un asunto de este calibre, los centros tienen la obligación de informar a la Comunidad Autónoma, en concreto al departamento que dirige Mª Isabel Sánchez-Mora. Así lo marca el protocolo. En cuanto a las medidas a tomar por parte de colegios e instituto, van desde la apertura de expediente a la expulsión de los acosadores.