La policía busca a los autores, de identidad todavía desconocida, por intento de asesinato
ENRIQUE MÜLLER. EL PAÍS.- Las estaciones del metro de Berlín están en camino de convertirse en trampas mortales para los vagabundos que buscan protegerse del frío durante la noche. En la madrugada del domingo, un grupo de desconocidos intentaron quemar vivo a un vagabundo que dormía en el andén del metro de la estación de Schönleinstrasse , una parada fronteriza entre los barrios de Kreuzberg y Neuekölln.
El nuevo ataque -después de que una mujer fuera pateada por la espalda mientras bajaba las escaleras sin motivo aparenta- contra una persona indefensa fue protagonizada por un grupo de cinco o seis personas, cuyas identidades aun se desconocen, pero que son buscadas por la policía, que les hizo responsable de haber cometido el delito de “tentativa de asesinato”. El vagabundo, que se había cubierto con periódicos para protegerse del frío, logró salir ileso del ataque, gracias a la ayuda espontánea de un conductor que apagó las llamas con un extintor.
El grave incidente es el segundo que tiene lugar en una estación de metro de Berlin en poco tiempo. Hace un par de semanas, la opinión pública alemana quedó escandalizada cuando el periódico BILD reveló el contenido de una grabación de vídeo de sólo 18 segundos y que habían sido en una estación del metro de del barrio de Neuekölln.
Las imágenes mostraban a un hombre que le propinaba, sin motivos aparentes, una violenta patada por la espalda a una mujer de 26 años que descendía las escaleras. La victima rodó por los peldaños y sufrió la rotura de un brazo. El ataque ocurrió el 27 de octubre pasado y por razones que aun se desconocen, el vídeo solo fue exhibido casi seis semanas después del ataque.
Las imágenes del vídeo publicadas por el rotativo fueron reproducidas por la totalidad de los programas noticiosos de la televisión alemana y difusión causó indignación en el país y en medio planeta, tanto por la violencia gratuita que muestran las imágenes, como también por el largo silencio de las autoridades del sistema de transportes de Berlín, que nunca quisieron admitir el ataque públicamente.
El autor, un ciudadano búlgaro de 27 años fue detenido el sábado antepasado por la policía de Berlín, en la estación central de autobuses, cuando descendía de un autobús que provenía de Francia. Desde entonces se encuentra preso y deberá responder ante un juez por haber cometido el delito de intento de homicidio.
La estación del metro Schönleinstrasse cuenta, como todas las de Berlin con un sistema de vigilancia electrónico y, según señalo la policía, las imágenes del atentado están siendo analizadas para intentar descubrir la identidad de los atacantes. Por el momento, las imágenes no han sido hecho públicas.