AFP.- El asesino múltiple de extrema derecha Anders Behring Breivik, encarcelado como autor confeso de haber matado a 77 personas en los atentados en Oslo y Utoya el 22 de julio de 2011, ha renunciado a su herencia, confirmó su abogado, supuestamente para que el Estado no pueda hacerse con la cantidad heredada.
La madre de Breivik murió tras una larga enfermedad el pasado 22 de marzo, y su piso fue vendido por un importe estimado de 3,7 millones de coronas (alrededor de 484.000 euros).
En ese piso de Oslo el asesino confeso reconoció que planeó sus sangrientos ataques, un atentado con bomba contra sedes del Gobierno en la capital y un tiroteo en la isla de Utoya.
Breivik había regresado a vivir a ese piso en 2006 cuando tenía 27 años. No salió mucho de su habitación en 2011, pocos meses antes de la matanza. Tan sólo abandonaba el hogar para preparar, en una finca fuera de la ciudad, la bomba que utilizó en Oslo, a base de fertilizantes.
Según su abogado, Tor Jordet, Breivik había renunciado a sus derechos hereditarios antes de la muerte de su madre, presumiblemente para evitar tener que transferirlas al Estado para, a su vez, compensar a las familias de las víctimas.
Parte de la herencia recaerá ahora en la hermanastra de Anders Behring Breivik, mientras que otra parte irá directamente a instituciones benéficas.