Pilar asegura que recibieron golpes durante «15 o 20 minutos, quizá fuera media hora»
EL CONFIDENCIAL.- «Se notaba el odio y la repulsión hacia la Guardia Civil y todas las Fuerzas de Seguridad [en Alsasua]», aseguró Pilar, la novia de uno de los dos guardias civiles agredidos en la localidad navarra este fin de semana junto a sus parejas, en una entrevista concedida al programa ‘Mas de Uno’ de ‘Onda Cero’. Una noche, un bar y, de repente, una ‘manada’ de salvajes que se lanzó a golpear a los cuatro después de reconocer a dos de ellos como miembros de los cuerpos de seguridad.
Según su versión de los hechos, las dos parejas intentaron evitar la pelea por todos los medios: «Nos tiraron un vaso de chupito y, para evitar problemas, decidimos abandonar el local«, confesó. Sin embargo, los atacantes prosiguieron con las provocaciones, hasta empezar con los golpes: «Fue entonces cuando apareció una persona que, con especial agresividad, empezó a increparnos a todos. Cuando abandonamos el local, comenzaron a darnos patadas y puñetazos«.
Pilar asegura que «con el teniente se cebaron de una manera muy importante«, pero que nadie les ayudó porque «viven con el miedo impregnado en el cuerpo». Este agente, malherido en el suelo por los golpes recibidos, con los que incluso llegaron a romperle uno de sus tobillos, continuó recibiendo ataques en la calle: «Se notaba la repulsión y el odio, seguían pegándole en el suelo y empezó a llegar gente de todos los lados con una agresividad desmedida», confiesa Pilar.
Preguntada por la duración de la pelea, asegura que recibieron golpes durante «15 o 20 minutos, quizá fuera media hora», negando tajantemente la versión que defienden los agresores y según la cual fueron los propios agentes quienes comenzaron la trifulca. «Son calumnias, se dedican a tergiversar todo a su favor«, asevera, indicando que la tensión que se palpa en la localidad es evidente: «Hay un bloque de violencia que está resurgiendo entre jóvenes de 15 y 20 años».
Pilar afirma que tan sólo llevan «una semana en Alsasua», pero que no tienen ninguna intención de abandonar el pueblo navarro. De hecho, confirmó que su pareja no tiene ninguna intención de cambiar de destino, además de confesar que sigue ejerciendo su labor desde el día siguiente a que se produjeran los hechos: «En ningún momento se ha dado de baja, no sólo porque no tiene lesiones para ello, sino porque hacerlo sería darles la razón«.