El aumento de crímenes perpetrados por elementos neonazis en Austria podría haber sido «fácilmente predicho» y tiene pocas posibilidades de «convertirse en un movimiento masivo», explicó a Sputnik un politólogo y experto en inmigración.
SPUTNIK MUNDO.- La respuesta a los numerosos delitos registrados en los estados austriacos de Tirol y Alta Austria, incluyendo grafitis relacionados con el nazismo y glorificaciones de Adolf Hitler en Facebook, radica en el auge de los partidos populistas y la «legitimación de los movimientos radicales», considera el doctor Sergi Pardos-Prado, de la Universidad de Oxford.
El diario austriaco Der Standard informó recientemente sobre la apertura de 118 cargos entre enero y agosto de este año, que se ajustan al tercer párrafo de la Ley de Prohibición de Austria, que tiene por objeto prevenir cualquier potencial resurgimiento del nazismo. La cantidad de crímenes perpetrados por neonazis en la capital de Tirol, Innsbruck, se duplicó en 2015 respecto al año anterior.
Entre los cargos más populares destacan la propagación de ideas nazis y la negación pública de los crímenes del III Reich. El país centroeuropeo ha experimentado un aumento de los ataques contra los centros de refugiados, incluyendo la provocación de incendios. El Partido de la Libertad de Austria (FPÖ), con inclinación a la extrema derecha, ha sido acusado de diseminar los temores sobre el número de solicitantes de asilo para ganar más apoyo.
Auge de los partidos de derecha
A pesar de eso, el doctor destaca la importancia de distinguir con claridad entre los movimientos neonazis de algunas zonas de Europa central y oriental, de los partidos populistas con una agenda antiinmigración en el resto del continente. Aunque ambos, por supuesto, son antimigrantes y ambos responden a diferentes narrativas e ideologías.
Austria tradicionalmente ha sido uno de los países con mayor apoyo a corrientes políticas radicales y «las fuerzas de la derecha desde hace más de una década han tenido un claro impacto en la política del Gobierno», expresó Sergi Pardos-Prado. «Francia, Países Bajos, Dinamarca y Suecia, están, lamentablemente, entre la lista de naciones con mayor apoyo antinmigrante».
La clave del éxito de los movimientos populistas radica en su retórica antinmigrante. Su legitimidad es respaldada por el gran apoyo que reciben tanto de la clase obrera de izquierda como de la derecha conservadora.
«No es casualidad que en Alemania estos movimientos derechistas se fortalezcan al tiempo que la Unión Demócrata Cristiana de Ángela Merkel esté flexibilizando su posición acerca de los migrantes y la crisis de refugiados que azota Europa». Según su opinión, esto se debe a que el tema de la inmigración es el principal argumento que hoy día unifica a movimientos de extrema con diferentes orígenes. Es la pérdida de voz para decidir sobre la llegada de desplazados lo que hace que los electores se inclinen por entregar su voto a partidos de derecha radical, quienes dicen tener la solución.