Su club, San Cirano, lo suspendió, al igual que a los otros compañeros que filmaron la acción
EL DÍA.- Un video subido a Facebook muestra a un hombre que saluda a una cámara y, de pronto, es empujado violentamente por un joven, tras lo cual corre hacia el auto en movimiento desde donde otros filmaban, dejando a la persona tirada en el suelo. Quien subió ese video, contó en la misma red que “este pibe se llama Julián Cirigliano, juega al rugby, se lo ve cagado de risa empujando a un pobre hombre de la calle, este video es uno de muchos. Lo subo porque una persona con tan pocos valores, no puede jugar a un deporte tan honesto como el rugby”.
En menos de 24 horas, la publicación fue compartida más de 80 mil veces sólo en Facebook, y replicada otras tantas en Twitter, con sus correspondientes comentarios de repudio. Ayer, quien cometió la agresión fue suspendido de por vida por su club, San Cirano, al igual que los otros dos ocupantes del auto, que también son socios y jugadores del club.
También ayer, el club informó que el responsable de la agresión y los demás protagonistas del hecho aceptaron realizar tareas comunitarias como “acción reparadora” en las organizaciones “Amigos en el camino” y “Frío Cero”, dedicadas a atender a personas en la misma condición que la víctima.
“Repudiamos enérgicamente todo hecho de violencia en términos generales y, particularmente, este hecho. Los socios identificados han sido suspendidos, en los términos que lo dispone el Estatuto del club San Cirano”, subrayó la institución de la localidad bonaerense de Villa Celina.
En el comunicado difundido a través de la red social Twitter, el club expresó que la suspensión responde a que el accionar de los socios que protagonizaron el incidente “no representa los valores que promueve la institución”.
“UNA ACTITUD COBARDE”
A pesar de que el comunicado de la Comisión Directiva del club no dice explícitamente que la sanción es de por vida, el responsable del rugby de San Cirano, Diego Conde, aseguró que los involucrados no representarán más a esa institución.
“Estos chicos no van a volver a jugar en el club”, sostuvo Conde, quien manifestó también su repudio al accionar del rugbier y demás involucrados, y dijo que los jóvenes pudieron haber estado alcoholizados al momento de la agresión.
“Estoy mal porque repudiamos absolutamente lo que hizo el jugador Julián Cirigliano. Un grupo de chicos lo filmaban y Julián, en una actitud cobarde, empujó de atrás a un hombre que estaba en la calle”, reprochó.
“Estos chicos no representan más al club, ahora fueron suspendidos y acompañamos a los padres para que les den herramientas y puedan reparar lo que hicieron. Esto no se va a reparar de un día para otro”, agregó.
LOS ANTECEDENTES DEL RUGBY
Claro que esta no es la primera vez que un club de rugby sanciona a uno de sus jugadores por un episodio de violencia o indisciplina.
En julio pasado, el club tucumano Aguará Guazú suspendió por 99 años a un rugbier que mordió y le arrancó parte de un dedo a un rival durante un partido.
Y en abril, la Unión de Rugby de Buenos Aires (URBA) sancionó con 29 años a un jugador del club Pucará que le aplicó una patada en la cara a otro de San Albano durante un partido de la categoría intermedia.
Está también el episodio ocurrido en marzo pasado, cuando siete jugadores de rugby del club bonaerense Los Cedros quedaron detenidos en Brasil por la agresión a un policía durante una pelea en un bar.
Y en agosto, por último, otra noticia involucraba a un grupo de rugbiers que habían golpeado a un jugador de futsal de Defensores de Olivos, en la salida de un boliche en San Isidro, dejándolo en terapia intensiva.
Mientras tanto, el club San Cirano, ayer, continuaba disculpándose “ante tan lamentable acto de violencia”, haciendo hincapié en que todos los involucrados aceptaron realizar tareas comunitarias como acción reparadora, colaborando solidariamente con fundaciones dedicadas a atender personas en situación de calle.