Internet ha sido un reflejo del continuo odio y rechazo que se ejerce contra el islam, por parte de una minoría
ÁNGEL ÁLVAREZ HERNÁNDEZ. WEBISLAM.- Durante este año, hemos visto cómo la islamofobia se ha incrementado de manera desproporcionada, más allá de lo que podíamos imaginar. Los continuos atentados terroristas realizados por fanáticos desviados del islam, han permitido a los grupos islamófobos lanzar continuas campañas donde se fomentan los prejuicios contra la comunidad musulmana, que solo desea vivir en paz.
Queda para el recuerdo de las infamias la manifestación que se celebró en Texas donde los asistentes mostraban sus armas de fuego. El anciano de 81 años detenido y acusado de arrojar a una chica musulmana a las vías de la estación del metro de Piccadilly Circus. Los continuos insultos a mujeres en los autobuses y metros urbanos. Los cocteles molotov contra las mezquitas, que en algunos casos ya estaban llenas de pintadas injuriosas. Las muertes misteriosas sin esclarecer de algunos musulmanes en New York. La prohibición del uso de faldas largas en algunos centros escolares. La continúa persecución del uso del velo. Los ultras manifestándose contra el islam, bajo la bandera de PEGIDA, agitando los peores fantasmas contra los musulmanes. Los miles de xenófobos que utilizan el islam como excusa para perseguir la inmigración. La masacre y marginación diaria de la minoría rohingya, en Birmania, privada en muchos casos de su nacionalidad y de sus derechos políticos. El potentado Donald Trump, pidiendo la prohibición de entrada de musulmanes en Estados Unidos. Marine Le Pen, absuelta por un tribunal, después de haber comparando los rezos callejeros con la invasión nazi de Francia. Las declaraciones del primer presidente húngaro diciendo que el islam no pertenece a Europa y no se puede integrar. La sra. Pamela Geller, quien bajo la excusa de la libertad de expresión organizó un concurso de caricaturas sobre el profeta, (s.a.w.s), con un premio de 10.000 dólares. El Sr. Geert Wilders utilizando los crímenes de los grupos de desviados del islam para apestar a toda la comunidad islámica, que nada tiene que ver con el terrorismo y del que es su víctima principal. Los intentos de Jon Ritzheimer, líder del movimiento Arizona anti-Islam, de organizar una protesta a nivel internacional, con gentes armadas en las puertas de las mezquitas de todo el mundo. El clérigo budista Ashin Wirathu, apodado el Bin Laden de Birmania, que equipara a los musulmanes con «perros».
Internet ha sido un reflejo del continuo odio y rechazo que se ejerce contra el islam, por parte de una minoría que vuelca toda su desesperación y frustración contra ellos, sin llegar a comprenderlos y sin querer saber realmente como viven y siente.
El mayor aliado de todos los grupos islamófobos del mundo y el que más daño ha hecho al islam ha sido sin ninguna duda el DAESH o ISIS, con sus crímenes y asesinatos. Este grupo de desviados fanáticos se ha apropiado de la bandera negra del islam para intentar tapar su barbarie salvaje. A diferencia de los grupos islamófobos, el DAESH o ISIS, quiere matar el alma del musulmán, usurpando sus valores y cambiándolos por otros propios del nazismo y el fascismo. Todo lo que sale del DAESH o ISIS está fabricado para dañar a los musulmanes y pretender justificar la islamofobia.
El Mensajero de Allah, (s.a.w.s), dijo, “Ciertamente en el cuerpo hay un trozo de carne que si está sano, todo el cuerpo está sano; y si se corrompe, todo el cuerpo se corrompe. Es el corazón”.
En el caso del DAESH o ISIS, se puede decir que su alma terrorista tiene de corazón un pozo de petróleo enfermizo, que se vende en el mercado negro al mejor postor como una ramera. Miles de personas han sido perseguidas y masacradas por este y otros grupos terroristas, desde París hasta lo más profundo de Nigeria.
Los responsables de que el DAESH o ISIS no desaparezca son los que comercializan y compran el petróleo que roban y los que se benefician de la venta de armas. A esta gente no les importan los muertos, los mutilados, los huérfanos y las familias desechas.
Las vidas destrozadas por el DAESH o ISIS, no representan nada frente a la fiebre feroz de los especuladores y los modernos filibusteros, que ven a los seres humanos, como si fueran fichas del Monopoly. En el siglo XVIII, los piratas, tenían un garfio, un parche en el ojo y una pata de palo. En la actualidad los piratas visten de Hugo Boss, de Armani, de Loewe, y van en lujosos vehículos con gafas de Cartier o Gucci. Desayunan en Londres y cenan en Berlín, mientras el mundo se muere de hambre y ellos se pudren en su egoísmo. Solo podemos tener un recuerdo triste para las miles de víctimas del horror terrorista y el ansia financiera.
Umm Abdul-lah ‘Aishah (Ra) la madre de los creyentes cuenta que el Mensajero de Alláh (s.a.w.s.) dijo:
«Quien innova, en este nuestro asunto, algo ajeno al mismo, será rechazado.»
Un año más los musulmanes han sido comparados con terroristas, pedófilos, asesinos y delincuentes comunes, sin ningún tipo de pudor, pero también han habido héroes, como el vigilante jurado que evitó que un terrorista entrara en el campo de futbol del Saint Denis durante el partido entre Francia y Alemania y se reventara por los aires matando a cientos de inocentes. Safer, el camarero que salvó la vida a dos mujeres en un restaurante de París. Los pasajeros musulmanes que evitaron que un comando terrorista asesinara en Kenia a los pasajeros cristianos de un autobús, negándose a separarse de estos, y diciendo a los terroristas que los mataran a todos o se fueran.
Héroes anónimos que dieron su vida para salvar la vida de otros, y regaron con la sangre de su juventud la sed de odio y muerte que estos grupos terroristas. Cristianos que ayudaron a musulmanes a reconstruir sus mezquitas destrozadas por islamófobos, y musulmanes que rodearon iglesias para que los terroristas no asesinaran a cristianos inocentes.
Dos mil quince, se marcho con mucho dolor, pero con la esperanza de ver como miles de musulmanes, la inmensa mayoría jóvenes, gritaban en las redes sociales que los terroristas no les representan ni son musulmanes. Jóvenes que salían a las calles y pedían un abrazo, para condenar la islamofobia y el terrorismo. El Sagrado Corán dice:
«Es cierto que Allah está con los que Le temen y con los que hacen el bien».
El Profeta Muhammad (la paz esté con él) dijo:
“Aquel de ustedes que vea una mala acción, que la cambie con su mano; si no puede, que lo haga con su palabra; y si no puede hacer esto, que la rechace en su corazón, y esta es la parte más débil de la fe”. (Muslim).
Despedimos el año con el dolor de los que se han ido, con la tristeza por las mujeres yazidies esclavizadas por el DAESH, los jóvenes a los que lavaron el cerebro y las niñas bombas que se suicidaron en Nigeria porque un loco se lo ordenó. Quisiéramos que el año se fuera con todo este horror y que no volviera nunca más, pero nos quedamos con la esperanza de los que dijeron no al terrorismo y la islamofobia.
Abu Hamzah, Anas Ibn Malik (Ra) relató que el Profeta (s.a.w.s.) dijo:
«Ninguno de vosotros es un verdadero musulmán hasta que no desee para su hermano, lo que quiere para sí mismo.» Bujari y Muslim