La Razón.- El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de los Estados Unidos ha identificado a más de 400 inmigrantes que llegaron al país a través de una red de tráfico de personas que puede tener alguna conexión con ISIS (Estado Islámico, Daesh), lo que provocó una revisión adicional de esos individuos, según dos funcionarios estadounidenses.
El objetivo de la red era contrabandear personas, no traer terroristas. Pero tiene vínculos con la misma red que trajo a un grupo de ciudadanos uzbekos el verano pasado a través de la frontera sur por medio de un facilitador que tenía vínculos con ISIS, recuerda HsToday. Los 400 inmigrantes bajo investigación –en su mayoría procedentes de países de Asia Central– están siendo examinados únicamente por su conexión con la red de tráfico de personas, según CNN.
Varias de ellas han sido detenidas por las autoridades de inmigración, pero hasta el momento no se han identificado casos de nadie que amenace a Estados Unidos, añadió. La investigación de antecedentes está en curso.
La revisión se produce en un momento en que las autoridades estadounidenses están cada vez más preocupadas por los inmigrantes procedentes de países de Asia central como Tayikistán y Uzbekistán. A principios de este mes, las autoridades arrestaron a ocho ciudadanos tayikos en todo el país después de que las autoridades descubrieran que tenían algunas conexiones específicas y preocupantes con el grupo terrorista.
Los cabecillas del ISPK, la franquicia de Isis para Afganistán y Pakistán, está formada principalmente por ciudadanos tayikos y el grupo ha reclutado a miembros de ambos países. Han llevado a cabo una serie de atentados recientes en Europa en nombre del grupo, incluido el ataque al Crocus Hall de Moscú en marzo, en el que murieron más de 100 personas.
Las autoridades han prestado especial atención desde el verano pasado, cuando se descubrió posteriormente que un grupo de ciudadanos uzbekos que habían cruzado la frontera sur habían recibido ayuda para viajar a Estados Unidos por un facilitador que tenía vínculos con ISIS. “Creo que lo que (el incidente con los ciudadanos uzbekos) hizo el verano pasado fue sugerir que los asiáticos centrales son potencialmente una población preocupante, dado lo que sabemos sobre la red global de ISIS en este momento”, dijo a CNN un alto funcionario estadounidense.
El episodio más reciente se desarrolló de manera similar: los ocho hombres de Tayikistán ingresaron inicialmente a Estados Unidos por la frontera sur y solicitaron asilo de acuerdo con la ley de inmigración estadounidense. Cuando la información recopilada sobre los objetivos del Isis en el extranjero relacionó a los hombres con el grupo terrorista, las autoridades de inmigración ya los habían examinado y les habían permitido ingresar al país.
Aunque no hay evidencia contundente que indique que fueron enviados a Estados Unidos como parte de un complot terrorista, al menos algunos de los ciudadanos tayikos habían expresado una retórica extremista en sus comunicaciones, ya sea en las redes sociales o en comunicaciones privadas directas que la inteligencia estadounidense pudo monitorear.
Los altos funcionarios ahora ven a un atacante llamado lobo solitario que surge aparentemente de la nada como tal vez la amenaza más probable –y potencialmente igualmente peligrosa–, en lugar del complot coordinado más tradicional llevado a cabo por agentes entrenados.
