EFE.- La Audiencia de Barcelona ha condenado a penas que suman individualmente hasta 18 años a 10 de los 16 skins de ideología neonazi acusados de intentar asesinar a dos jóvenes en la sala Stroika de Manresa (Barcelona), en un recital antifascista al que acudieron para «atacar» a sus «enemigos».
La sentencia condena a 10 de los acusados a diversas penas de cárcel por dos delitos de asesinato en grado de tentativa, lesiones, daños por incendio y tenencia de armas prohibidas, mientras absuelve a otros seis de todos los delitos de los que habían sido acusados.
La Audiencia condena a 10 de los imputados a nueve años de prisión por un delito de asesinato en grado de tentativa de una de las víctimas, que estuvo a punto de morir; y a otros cuatro años por el segundo intento de asesinato, de un joven que resultó herido durante los mismos hechos, con el agravante de obrar por motivos ideológicos.
Además, se les condena a otra pena de dos años y seis meses de prisión por el delito de lesiones con instrumento peligroso, a un año por el de daños por incendio y a otro año de cárcel por tenencia de armas prohibidas.
El tribunal absuelve a los acusados de los delitos de asociación ilícita, desórdenes públicos y tenencia ilícita de armas, pero les obliga a indemnizar conjunta y solidariamente a las dos víctimas con diversas sumas de dinero, la más elevada de las cuales corresponde a la víctima principal, con 160.000 euros por las secuelas que padece.
Los hechos ocurrieron el 23 de marzo de 2012 y se saldaron con dos jóvenes heridos de gravedad, uno de los cuales sufrió una fractura craneal que, según el fiscal, de no haber recibido tratamiento sanitario urgente le hubiese provocado la muerte, mientras que el otro herido también sufrió lesiones en la cabeza.
Los acusados afrontaban penas de más de 30 años de cárcel, según la petición del fiscal, que consideró que organizaron una «cacería» a las puertas del concierto antifascista en la citada sala manresana.
En la sentencia, se considera probado que uno de los acusados convocó a los otros quince a presentarse en la citada discoteca «con la finalidad de atacar por medio de barras de hierro, palos y bengalas a cualquiera que asistiera al concierto, al suponer que dicho individuo o individuos serían de ideología contraria a la que los mismos profesan».
El tribunal absuelve a dos de los acusados porque «al llegar a las inmediaciones de la sala Stroika y ver las intenciones del resto del grupo, decidieron desistir de participar en sus acciones y abandonaron el lugar» y a otros tres por una casual identificación de la Guardia Civil de camino a Manresa que les hizo desistir de marcharse «sin ni tan siquiera acercarse a la discoteca».
La sexta absuelta es una mujer de la que el Fiscal consideró que vigilaba la llegada de los músicos a la discoteca mientras que ella aseguró que se encontraba en un supermercado cercano, lo que «hace creíble dicha alegación», sobre todo al ir acompañada por su hijo de cuatro años.